29 de noviembre de 2015

Ya

Pensé que podía ser suficiente.
Y salí a escuchar como la tarde se iba apagando. Y un pequeño avión cruzó entonces el cielo, muy cerca. Ya era la hora de recoger la ropa, tal vez ya estaría seca.
Todo esto en una fracción de segundo, y cuando me miraste, seguía estando a tu lado.

Pensó que a solas podía captar el universo entero;
Pero la única voz que obtuvo por respuesta
Fue el falso eco de sí mismo
Que procedía del precipicio,
al otro lado del lago.

(un encuentro, siempre, con Robert Frost)